¡Ay, ay, ay, ay!

Hay mil pedazos de luna en tus manos,
hay los retazos del tiempo que nos amamos,
que nos quisimos bien.

Hay los silencios que yo te he dejado, 
hay las palabras que tú no has pronunciado
o que no supe entender.

Hay un espacio que fue de todos,
hay dos tesoros con nombre propio,
hay lo escondido y lo que no quisimos ver.

Hay voz quebrada, hay deseos rotos,
hay soledades, hay mar de fondo,
hay lo vivido y lo que no pudo ser.

¡Ay, ay, ay, ay…! ¡Cuánto dolor!
¡Ay, ay, ay, ay…! ¡Cuánto vacío!
¡Ay, ay, ay, ay…! Después del sol… 
¡Ay, ay, ay, ay…! ¡Cuánto aire frío!

Hay lo forjado con buenas maneras, 
hay lo llorado por dentro y por fuera,
hay la llovizna que agrietó la piel.

Hay lo pasado, hay promesas sinceras,
hay mi presente, hay mi sed verdadera…
y hay tu futuro que ya es de miel.

Hay un espacio que fue de todos…

¡Ay, ay, ay, ay…! ¡Cuánto dolor!
¡Ay, ay, ay, ay…! ¡Cuánto vacío!
¡Ay, ay, ay, ay…! Después de tanto sol… 
¡Ay, ay, ay, ay…! ¡Cuánto aire frío!
Hay mil pedazos de luna en tus manos.

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