Letra
Francamente no sé de mi historia los años,
que si bien no maté pude hacer mucho daño.
No sólo mata el que tiene puñal,
se es asesino, también se es mortal,
cuando robamos, cuando no damos
Vida, Sangre y Sueños.
Igualmente juzgué de lo ajeno lo malo,
pero en mí no encontré tan siquiera un pecado.
Es tan amarga la propia maldad,
que nos asusta mirarle a la faz,
cuando no damos, cuando robamos,
Vida, Sangre y Sueños.
Si soy soldado dejaré en tierra
mi rifle por amor.
Si soy letrado haré sentencias
sólo a mi corazón;
pero si no sé quién soy,
si en estos años
me he vuelto un extraño
y ya no reconozco mi voz…
¿Cómo cantar?
¿Cómo pedir perdón?
¿Cómo entregar
Vida, Sangre y Sueños?