Letra
Los besos de una despedida no se endulzan con alcohol.
La carretera está vacía, los pasos del amor
se han detenido años atrás,
si das la vuelta los verás.
Hay dos chiquillos, la esperanza de no hacerse mayor.
Dos ilusiones que no alcanzan ni entienden la pasión.
Hay un silencio en un portal y en un instante es el final.
Ya sólo escribo por trazar sobre el papel unos rasgos
que el tiempo se encarga de borrar.
Y sólo cuento con mis fuerzas
y he de ser mucho más fuerte.
Apenas cuesta nada soñar,
apenas cuesta nada.
Apenas cuesta nada soñar,
apenas cuesta nada.
Cuantas veces se abrió la puerta a la imaginación.
Se volvió adulta la vergüenza, perdimos el valor.
Nos alejamos sin hablar y nunca la volví a ver más.