Letra
Enciende el televisor;
ha vuelto pronto no sabe que hacer;
todo está tan solo lo mismo que ayer;
no le apetece ni fumar,
tal vez porque a nadie le importa
donde caiga la ceniza.
Y mientras, pone el mantel
que antes le esperaba dispuesto a las diez;
cena en la cocina en la cocina porque el comedor
resulta tan grande sin los dos;
coge una cuchara
para una sopa de sobre casi fría.
Y ahora a esperar
a que este invierno
el reúma le deje subir la escalera.
Siempre pensó
que un cuarto piso no era lo más indicado,
porque el edificio no tiene ascensor.
Hubiera sido mejor,
– si pudiera elegir –
haberse muerto con ella.
A veces sale al balcón;
se sienta en la silla que siempre fue de él…
Ya no quedan plantas aunque las regó;
se marchitó todo el jardín,
dejando sólo las macetas
y unas flores ya muy viejas,
de esas que hacen de papel.
Y ahora a esperar
a que este invierno
el reúma le deje subir la escalera.
Siempre pensó
que un cuarto piso no era lo más indicado,
porque el edificio no tiene ascensor.
Hubiera sido mejor,
esa tarde de abril,
haber marchado con ella.